Una claridad bastante opaca
José Manuel Naredo - ATTAC
¿Dejar atrás a CC OO y UGT?
El autor analiza el espacio, en vías de extinción, que ocupan los sindicatos mayoritarios y apunta las vías de superación del modelo que representan....
La intervención impuesta
Francia continúa su ofensiva diplomática para obtener la luz verde del Consejo de Seguridad de la ONU a una intervención militar en el norte de Malí. Tras haber aconsejado a Boni Yayi, presidente de la Unión Africana, recurrir a la ONU, y haber ...
“!Déjennos un futuro!”. Declaración de Redstone de los filósofos indígenas ambientales
Hoy, estamos en un punto donde la humanidad está en el peligro de ser eliminada de los ciclos de nuestro planeta. Traemos este mensaje urgente en respuesta a las mujeres Indígenas, juventud y niños de alrededor del mundo que nos han pedido constan...
Semana intensa de los movimientos estudiantiles en Europa
La reforma de la educación de los gobiernos y los recortes en el presupuesto de las universidades son la principal causa. Los grandes medios no han informado, pese a que pagan su cuota a las agencias....
José Manuel Naredo - Consejo Científico de ATTAC España
A veces la excesiva iluminación de una fachada impide ver los interiores en penumbra. Es lo que ocurre con las deslumbrantes pruebas de resistencia de la Banca española que, en vez de subrayar, soslayan sus puntos débiles. Este alarde mediático no disipará las dudas que frenan la afluencia de capitales hacia la economía española, ni disolverá el endeudamiento exterior de la Banca que motiva la sequía de créditos.
Los tests de resistencia aplicados confirman que tanto la Banca europea, como la española, ocupan posiciones sólidas en lo que concierne a sus ratios de capitalización formal. El problema de la Banca española no arranca de no haber provisionado bien los riesgos, sino de haberlos concentrado en el sector inmobiliario desoyendo las advertencias sobre el peligro que entraña la exposición de diversas entidades a un mismo riesgo. La exposición de la Banca española al sector inmobiliario acabó siendo superior a la de todos los otros países de nuestro entorno, incluido EEUU, como informó el Banco de Pagos Internacionales en 2007. El problema actual estriba en que el pinchazo de la burbuja inmobiliaria afecta por diversos caminos a la salud del negocio bancario y hace depender los juicios sobre la solvencia de la Banca de los criterios de valoración de los activos inmobiliarios y sus derivados. Por ejemplo, la comprometida solvencia de las Cajas, no sólo resulta del aumento de la morosidad y los impagos, sino de la pérdida de valor de sus activos y participaciones asociadas al negocio inmobiliario o a proyectos ruinosos vinculados al mismo, como los parques temáticos,… o el aeropuerto privado de Ciudad Real.
La forma en la que se valoran los activos inmobiliarios en los balances es una cuestión clave cuya opacidad persiste a pesar de los tests de resistencia de la Banca. El hecho de que, a diferencia de la Bolsa, el mercado inmobiliario no disponga de una estadística de los precios a los que efectivamente se realizan las transacciones, sino de precios de tasación que muestran una sospechosa aversión a la baja, contribuye a mantener esa opacidad. Las pruebas de stress soslayan esta oscura situación para atribuir en el peor de los pronósticos una caída total del precio de la vivienda del 28%, cuando las propias entidades financieras e inmobiliarias vienen ofreciendo rebajas superiores a esa cifra. Por favor, menos complacencia y más modestia y transparencia a la hora de encarar los problemas.
Artículo publicado en Público.